martes, 16 de noviembre de 2010

Luis Barragan

Su arquitectura se puede definir como la de una revolución callada. Porque esta nos remite a lo simple, a lo básico y de aquí nos lleva también al silencio. Su arquitectura es la que une el cielo con el suelo y permite apreciar que el ser humano también forma parte de la naturaleza y no lo contrario.
Expresar con palabras no es necesario, basta observar callados y en el silencio ser absorto por este conjunto de colores, formas y pausas que bien puede ser llamada arquitectura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario